Prevención de la hepatitis A: vacunas

Para protegerse contra la hepatitis A, se deben seguir una serie de sencillas indicaciones que son las siguientes:

• Siempre se deben de lavar las manos después de ir al baño y antes de preparar los alimentos o comer.
  
• Usar guantes si se tiene que tocar el excremento de otras personas. Lavarse las manos después de hacerlo.


• Cuando se visite otro país, beber agua embotellada.


• No usar cubitos de hielo ni lavar la fruta y la verdura con agua del grifo.
  

Sin embargo estas medidas de prevención pueden ser insuficientes y se puede contraer igualmente la enfermedad, por ellos es necesario vacunarse frente la misma, para asegurar una máxima protección frente a la hepatitis A.

La vacuna de la hepatitis A se aplica en inyecciones. Antiguamente dicha vacuna era obtenida mediante virus debilitados o muertos, pero actualmente se ha desarrollado una vacuna frente a la hepatitis A por ingeniería genética. Los niños pueden recibir la vacuna después de haber cumplido los dos años de edad. Los niños de entre 2 y 18 años de edad deben recibir tres inyecciones en el plazo de un año. Los adultos deben recibir dos o tres inyecciones en el plazo de 6 a 12 meses.

Es necesario que se apliquen todas las inyecciones para quedar protegido. En caso de viajar a otros países, hay que asegurarse de recibir todas las inyecciones antes de viajar. Si no se recibió alguna inyección, se debe llamar inmediatamente al médico o consultorio para obtener una nueva cita.

La administración de la vacuna contra la hepatitis A es recomendada para los siguientes grupos de personas a partir de los dos años:

• Las personas que viajan a países con altos índices de hepatitis A.


• Las personas que mantienen relaciones sexuales con personas infectadas.


• Los drogadictos que usan drogas inyectables y no inyectables.
  
• Las personas con trastornos de factor de coagulación, como por ejemplo la hemofilia.


• Las personas con hepatopatía crónica (hepatitis B crónica o hepatitis C crónica).


• Las personas que viven en países con altos índices de hepatitis A.

La vacuna contra la hepatitis A también se puede usar en determinadas circunstancias de transmisión viral continua. Aunque los estudios de determinados grupos ocupacionales, como por ejemplo los trabajadores del área de servicios alimentarios, de salud, de guarderías infantiles, de servicios de aguas residuales, etc., no han indicado aumento del riesgo de contracción de la enfermedad, estas personas deben considerar la posibilidad de vacunarse para reducir aún más el riesgo, o si están en comunidades donde hay brotes continuamente.